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martes, 7 de febrero de 2012

Lenguaje Corporal Para Gerentes: 5 Aspectos Claves

La mayoría de los gerentes no tienen en cuenta los efectos de su lenguaje corporal (body language) sobre el staff. La forma en que te pares, los gestos que realizas y otros signos no verbales que emites pueden tener un profundo impacto en la forma en que tu personal interprete lo que dices.

El lenguaje oral es un aspecto fundamental de la comunicación, especialmente en un entorno laboral. Asegura la precisión y veracidad de la información.

Sin embargo, la comunicación no verbal refleja las intenciones y, por consiguiente, determina la recepción de tus palabras.

Aprender a controlar tu lenguaje corporal te dará la habilidad de influir la forma en que son recibidas tus palabras y a prevenir los problemas de comunicación.

Hay cinco aspectos principales en el lenguaje corporal que son importantes para recordar y que te serán útiles para hacer surgir lo mejor de tu equipo de trabajo y para contribuir a conseguir una comunicación más efectiva.


5 Aspectos Clave del Lenguaje Corporal:

Los Ojos

Los coaches seguros de sí mismos, los maestros de oratoria y hasta nuestros padres nos dicen constantemente que tenemos que mantener contacto visual en las conversaciones, entrevistas y presentaciones.

Lo que no nos dicen es que mantener contacto visual durante mucho tiempo puede resultar agresivo y dominante. Especialmente si estas a cargo de gente, es tu trabajo discernir cuando es el mejor momento para mantener contacto visual y cuando es necesario retroceder un paso.

Aprender el balance entre el contacto visual de tipo sumiso y dominante es parte de ser asertiva/o.

El Rostro

Tu cara es la parte más expresiva de tu cuerpo. Sin embargo es difícil saber cómo se ven las emociones en tu rostro y, más difícil aún es controlarlas (hay 90 músculos en la cara).

Practica tus expresiones faciales en el espejo. Aprende a sentir cuando tu expresión es claramente negativa. Trata de adquirir una expresión neutra y relajada.
Dirigir a otra gente es más fácil cuando te puedes dirigir a ti misma. Si dejas que las emociones gobiernen tu rostro vas a mostrar que tienes poco control sobre ti misma y sobre la situación.

La Postura

“¡Mentón arriba, hombres hacia atrás, los brazos sueltos a los costados!”

¿Cuántas veces te dijeron tus padres que no te sientes encorvada a la mesa? ¡Los míos me amenazaban con atarme una tabla a la espalda!

Sin embargo, es verdad. Las investigaciones sugieren que una postura erguida no sólo irradia confianza y control, sino que también genera sentimientos internos de poder y autoconfianza.

Alzar tu mentón al mundo incentivará a las otras personas a tratarte con más respeto. Una situación ganar-ganar.

Los Gestos

Tus manos ilustran tu estado de ánimo. Ten en cuenta que no siempre deseas que tu staff sepa lo que estás pensando. De hecho, es labor del gerente conciliar positivamente las emociones actuales y las reacciones. Como la maestra o nuestros padres, un manager a veces es un poco actor.

Los movimientos repetitivos como golpetear con los dedos sugieren aburrimiento. Aunque bien puede ser tu caso, en ciertas situaciones no quieres que el/la nuevo miembro (y por lo tanto nervioso) del equipo se dé cuenta.

Enfatizar tus palabras con un golpe de manos indica poder y autoridad. Muy útil cuando deseas hacer saber tu opinión sin despertar mucho debate.

La velocidad de tus movimientos también afecta la forma en que la gente los interpreta. Asistir suavemente con la cabeza significa atención, mientras que el mismo movimiento ejecutado muy rápidamente sugerirá impaciencia. La calma indica confort y poder, mientras que los movimientos rápidos pueden indicar nerviosismo.

5. Voz

Tu voz es el vehículo de la comunicación verbal, pero el tono que utilices, la velocidad y la inflexión de tu voz contribuyen a la forma en que tus palabras son percibidas.

Hablar de forma calma, pausada en tonos medidos es la forma más segura de transmitir confianza y autoridad. Esto no significa que la gente que sufre impedimentos en su habla no puedan transmitir confianza o autoridad, lo que quiere significar es que hablar en forma pausada, permitiendo silencios entre palabras y manteniendo el tono de voz, puedes agregar importancia y autoridad a tus palabras.

El lenguaje corporal  es una herramienta de comunicación invaluable en la gerencia. Instruir, motivar y relacionarse con el personal es una parte fundamental de tu trabajo, y aprender a hacerlo con un lenguaje no-verbal así como con la comunicación verbal habitual, mejorará tus relaciones con el personal, impulsará tu auto confianza, y te ayudará a convertir tu equipo en una unidad atenta y cohesionada.

  body language

lunes, 6 de febrero de 2012

Comunicacion no verbal : El ventilador y el autoabrazo


Fuente: Libro “What every body is saying” (Joe Navarro)

EL VENTILADOR:

En este caso se trata de una persona (normalmente un hombre) que pone los dedos entre el cuello de la camisa y su propio cuello y tira de la tela separándola de la piel.

Esta acción de “ventilación” es a menudo una reacción ante el estrés y un indicador de que la persona no está contenta con algo que está pasando o experimentando a en su entorno.

El "ventilador".
Una mujer podría llevar a cabo esta actividad más sutilmente, ventilando la parte delantera de su blusa o levantándose el pelo por detrás para airearse el cuello.


EL AUTOABRAZO:

Algunos individuos, cuando se enfrentan a situaciones estresantes, se calman cruzando los brazos y frotándose los hombros con las manos como si tuviesen escalofríos. Este comportamiento apaciguador recuerda al abrazo que una madre da a un hijo pequeño. Es una acción calmante y protectora que adoptamos para calmarnos cuando nos sentimos inseguros.

Sin embargo, si ves a una persona cruzando sus brazos alrededor de su pecho, inclinada hacia delante y dedicándote una mirada desafiante, ¡Nos estás ante un comportamiento apaciguador precisamente!


viernes, 3 de febrero de 2012

¿Nuestros gestos influyen en nuestro cuerpo y mente?


He encontrado un artículo muy interesante, en el que responde a algo que tenía en mente hace tiempo.

Nuestra mente controla nuestros gestos, pero… ¿podemos sugestionar nuestra mente a través de gestos?, es decir, en una clase de alumnos que se están aburriendo como ostras en clase, si se les obliga a adoptar posturas de interés o concentración, ¿prestarían más atención? ejemplos como este se ma han venido a la cabeza en más de una ocasión; pues veamos este asunto.

Fuente: http://www.clublenguajenoverbal.com/?p=558

Las personas que trabajamos en el mundo de la comunicación no verbal somos conocedores del increible poder que tienen nuestros gestos sobre nosotros. Lo más habitual es estudiar el lenguaje no verbal como expresión de las emociones, pero no debemos olvidar que también funciona en sentido contrario. Las emociones generan la expresión pero la expresión también genera la emoción. Aconsejar a una persona deprimida que realice ejercicios forzados de erguir el cuerpo, pasear con la cabeza levantada y sonreir (aunque no lo sienta) va a ser de gran ayuda para ella,  generando emociones positivas que le ayudarán a superarla. Igualmente la persona que acuda a una entrevista de trabajo y sienta esa lógica y humana ansiedad ante la situación, podrá realizar un ejercicio similar que le aportará seguridad y le tranquilizará.

Pues bien, ha llegado el momento de decir que la ciencia ha demostrado este hecho. a continuación con un extracto de un artículo de la Universidad de Harvard donde concluyen que determinados gestos producen un incremento de la testosterona y una disminución del cortisol, aumento de poder y disminución del estrés.

Gestos de poder: Breves señales no verbales que afectan a los niveles neuroendocrinos y a la tolerancia al riesgo.

Dana R. Carney, Amy J.C. Cuddy, and Andy J. Yap – Columbia University and Harvard University

Los pavos reales, orgullosos, muestran las plumas de su cola en búsqueda de pareja. El gato eriza el pelaje de su lomo al percibir un intruso de su tamaño. El chimpancé, afirmando su rango jerárquico, aguanta la respiración hasta que se abulta el pecho. El ejecutivo en la sala de juntas, pone los pies sobre la mesa, los dedos entrelazados detrás de su cuello, los codos apuntando hacia afuera. Los humanos y otros animales señalan su poder y dominación a través de señales  no verbales de carácter expansivo, y estas actitudes, se refieren al poder profundamente relacionado con la selección natural, nos referimos al “macho alfa” (Darwin, 1872/2009, de Waal, 1998).

¿Pero es tan solo una escenificación del poder? ¿Qué sucede cuando se realizan expresiones de poder? ¿Puede sentirse más poderosa una persona realizando estos gestos? ¿Los sistemas mentales y fisiológicos preparan a las personas para ser más poderosas?

El objetivo de nuestra investigación fue comprobar si los gestos de poder en realidad producen poder. Para realizar esta prueba, nos fijamos en los efectos que generan los gestos de poder o seguridad y los de bajo poder sobre algunos indicadores fundamentales: los sentimientos de seguridad en uno mismo, la elevación de la testosterona (hormonas del dominio), disminución de la hormona del estrés (cortisol), y aumento de la tolerancia al riesgo.

Nuestros resultados muestran que los gestos de poder o seguridad (en contraposición a los que reflejan poca seguridad) provocan cambios fisiológicos, psicológicos y de comportamiento, demostrándose la hipótesis planteada.

Estos hallazgos contribuyen en la comprensión actual del conocimiento corporal de dos maneras importantes. En primer lugar, sugieren que los efectos de realización de determinados gestos, más allá de la emoción y la cognición, influyen en la fisiología y la elección de la conducta posterior. Por ejemplo, como se describió anteriormente, asintiendo con la cabeza se genera un efecto que hace que sea más fácil persuadir  otra persona y sonriendo nuestro buen humor aumenta.

Sugerimos que estos comportamientos simples, una inclinación de la cabeza o una sonrisa, también pueden causar cambios fisiológicos que activan cambios psicológicos, fisiológicos y de comportamiento y esencialmente pueden cambiarte el día completo.

En segundo lugar, estos resultados sugieren que cualquier constructo psicológico, como la seguridad o la autoestima, puede incorporar elementos relativos a señales no verbales.

Un simple cambio de postura física de la persona prepara sus sistemas mentales y fisiológicos para soportar situaciones difíciles y estresantes, y tal vez para mejorar realmente la confianza y el rendimiento en situaciones como entrevistas de trabajo, hablar en público, en desacuerdos con el jefe, o asumir riesgos potencialmente rentables. Estos hallazgos sugieren que, en algunas situaciones que requieren energía, la gente tiene la capacidad de “fingir” los gestos para contribuir a generar esos cambios internos y de conducta.

Por otro lado, a lo largo del tiempo, estos pequeños cambios posturales con los resultados que ellos conllevan mejorarían la salud general de la persona y su bienestar. Este beneficio potencial es particularmente importante en personas que están o se sienten impotentes debido a la falta de recursos, que están en los puestos de trabajo más bajos en el organigrama de una organización, o que pertenecen se sienten inseguros de sí mismos.